
…Cuando reconocí que dentro de mí había un deseo por contar de manera escrita, dispuse la mesa de trabajo y todos los esfuerzos para escribir una novela. Prontamente me aburrió, pues eso que pulsaba en mi interior perdía vida por días. Aunque, cuando reflexionaba sobre ello, se me encendía el corazón.
Algo se estaba gestando, pero no encontraba la referencia. Iba de escribir, de escuchar, pero sin intención de opinar. Tenía relación con otras personas e iba de plasmar verdades.
Un día, normal y cualquiera, apareció en mis manos el deseo de escribir cartas en primera persona. En ese momento fue tan grande el eureka que se produjo en el corazón que sentí cómo un rayo de miedo me atravesaba de pies a cabeza. A la vez experimenté uno de los días con más sentido y dirección. Sentí que se me estaba poniendo en las manos no solo un trabajo, sino una función a favor de la vida.
Comencé a trabajar con la paciencia de quien sabe que no verá, durante un tiempo, los efectos del esfuerzo. La primera petición llegó en la primavera de 2016.
A lo largo de diez meses fui probando palabras hasta llegar a tener en las manos la carta que recogía el mensaje de la persona remitente.
Cuando la destinataria recibió su carta, experimentamos una inmensa alegría y satisfacción, acompañada de una sensación de rareza pues la receptora no sabía toda la verdad. Se abría un universo que debía ser tratado con delicadeza y cuidado.
En enero de 2017 se activaron las peticiones y gracias a cada persona, fui descubriendo el poder de la palabra viva. Quienes no se dirigían la palabra volvían a hablarse sin rencor. Quienes se declaraban el amor se encontraban con un sentimiento más grande y profundo. Donde hubo guerra, aparecía paz.
Cada carta me daba una pieza fundamental de aprendizaje y acompañar todo lo que ocurría a través de la carta, se iba haciendo cada vez más innato a la travesía. Cada persona me ampliaba la pasión de ser parte del lenguaje del corazón hasta que un día empecé a acompañar inquietudes donde el masaje y la palabra hablada cobraban el mismo protagonismo que la escritura. Con la ilusión de compartir, te invito a sentirte en tu casa. ¡Buen disfrute!


La escritura
Muchas personas crecen con la idea de que escribir es patrimonio de pocas manos y la satisfacción al hacerlo de manera amateur es íntimo y sin trascendencia.
La escritura, cuando se siente cómoda, nos descubre que hay algo muy grande dando vida al organismo con cada palabra que expresa verdades, nuestros sentidos se abren y el corazón late.
La escritura es una herramienta que puede servir para organizarnos, desahogarnos, contarnos, enraizarnos, meditarnos y muchísimas posibilidades más, según el momento y estado en que se practique.
La escritura
Comunicar_nos
LA COMUNICACIÓN SE ESTABLECE en función de códigos que no siempre son comunes y corre el riesgo de ser interpretada desde diferentes miradas. Al reconocer que hay prejuicios, ataques, la fuerza de las creencias y un sinfín de estrategias que nos impiden comunicarnos honestamente, ocurre un cambio en la forma de vincularnos, dando la opción de entrar en aspectos más profundos de nuestras relaciones. En vez de dar por sabido, pasamos al terreno de ser interlocutoras activas y aflora un mensaje capaz de tocar el corazón de quien nos escucha.
Acompañar
ACOMPAÑAR ES ESTAR, es escuchar sin juicio, es depositar la atención en la persona, es crear el ambiente para que el cuerpo pueda expresarse. Acompañar es reconocer que la vida sabe. Sentirse acompañada es saber que hay alguien ahí cuando se camina lo desconocido y poder decidir si agarrar o no su mano. Sentirnos acompañadas nos brinda poder explorar y descubrir la belleza de darnos cuenta.
Acompañar
El tacto
EN MI RECUERDO QUEDARON GRABADAS las tardes de verano donde le ponía crema hidratante desde las rodillas hasta los pies, a la hora del café, a mi abuela Anita. No recuerdo cómo ni cuándo surgió pero pronto se convirtió en un ritual. Yo disfrutaba cada día como si fuera la primera vez y tenía la sensación, que nunca compartí con ella, de poder comunicarnos de otra manera. Así, mi abuela me abrió a la conversación que se creaba entre las manos y la piel. Ella tenía la piel más suave del mundo.
Amor y voluntad
UNA DE LAS PERSONAS MÁS IMPORTANTES que me inspiró a fundar La Lettrería fue la madre de mi padre. Aunque se fue antes de poder llamarla Abuela Carmen y de conocer en persona lo buena que era, siento que dejó en mí un legado muy preciado, convirtiéndose en un pilar fundamental.
De entre sus vecinas, ella disponía en su haber la capacidad de leer y de escribir para otras personas. Cuando llegaban las cartas de los maridos y familiares exiliados, ella ponía voz y tinta a sus escritos y novedades, acompañando con mucho tacto cualquier dolorosa novedad que tuviera que comunicar.
Amor y voluntad


Expresión escrita
AÚN PERDURA EN EL RECUERDO COLECTIVO cuando las cartas manuscritas eran una vía muy común de comunicación. Descubrir de dónde viene, observar la letra, abrir la carta, mirar su longitud, empezar a leerla y tener la sensación de escuchar a la persona de la mano de cada letra.
Hoy día parece que la aparición de aplicaciones instantáneas ha desbancado las cartas. Sin embargo, en la mayoría de los llaveros seguimos teniendo la llave del buzón y el anhelo por ese tipo de comunicación.
Expresión escrita
Escritura
La Lettrería ofrece…
Una escribana
Escribir desde la voz del corazón es una vivencia única para cada persona. El corazón, cuando se encuentra en confianza, expresa desde un lenguaje que ama. La fuerza de esta voz es capaz de generar realidades jamás imaginadas que pueden reportar una nueva unión, lograr comprensión en el vínculo y dejarnos un estado de alivio muy profundo. Para quien la recibe se convierte en un regalo muy preciado.
Acompañar la escritura
Esta opción permite vivir el proceso en primera persona. A través de encuentros vamos descubriendo conjuntamente en qué lugar y estado están las emociones hasta reconocer lo que queremos decir. Mediante diferentes propuestas se llega a identificar la voz del corazón, desde la cual brota el mensaje que reúne todo lo que deseamos comunicar.
Al entrar en contacto con La Lettrería, compartimos
nuestra intimidad por un bien mayor.
Encuentros Escribe & Descubre
Si jugáramos a quitarle el juicio de hacerlo bien o mal, cualquier bolígrafo tendría la capacidad de experimentar lo que ocurre cuando se expresa la fuerza innata que porta la tinta.
Revisión emocional de textos
La comunicación como proceso vivo agradece disponer de tiempo y confianza para entrar en contacto con aquello que desea ser expresado.
Masaje Bioenergético Profundo
EL MASAJE BIOENERGÉTICO PROFUNDO está inspirado en la bionergética transpersonal no dual del Centro Mayéutika, Barcelona. Cada una de estas palabras engloban un conocimiento profundo que brinda un mapa donde el masaje se convierte en un encuentro, donde el cuerpo es respirado, escuchado y acompañado, teniendo en cuenta el atlas que nos brinda la tradición a través del Árbol de la Vida y de la Medicina Tradicional China. Este masaje utiliza elementos que nos acompañan en el día a día. El beneficio de la respiración, del tacto con cuidado, el respeto hacia la persona, estar en un lugar agradable que confiere seguridad, pausar la actividad diaria, no querer invadir nada y el beneficio de estar.
A partir de 5 años
Entre 2013 y 2015, a través de acercarme activamente a la primera edad y complementado con la formación de Elisabeth Fodor y Montserrat Morán sobre el método del movimiento y los sentidos, sentí una fuerte admiración hacia la infancia. Fueron l@s hij@s de mi entorno quienes al verme abrir la camilla de masaje me pedían recibir uno y meses más tarde me seguían recordando lo mucho que les había gustado.
Para mayores de 18 años el masaje es de una hora.
Para menores de 18 años es necesario conversación previa.
Acompañamiento
A VECES NO DESEAMOS que nos toquen el cuerpo, ni siquiera que la escritura esté presente.
Desde la vivencia personal, donde el hacerlo por mí misma era la llave que aseguraba que las opiniones no me afectasen, descubrí que un mundo se abría cuando empecé a encontrarme personas que estaban a mi lado de una nueva manera. Podía estar sin la presión de tener que esconder lo que sentía.
Al contar una historia de forma continuada, sin interrupciones, en un entorno seguro y sin juicios, se expresa el beneficio de la escucha activa.
Hablar nos permite hilar y, en contadas ocasiones, ver con perspectiva lo que nos ocurre. Ello confiere a aquello que no sabemos cómo encajar, que tome vida más allá de nuestro imaginario y pueda darnos pistas sobre cómo abordarlo.
Acompañamiento

No hay algo con más ciencia que recuperar y tomar consciencia de lo que llevamos de manera innata.”
De la idea a la tierra
ANTES DE NACER La Lettrería, decidí desistir de contarle a mi entorno cualquier idea nueva que apareciera por mi cabeza pues sentía cómo sus miradas atendían al propio cansancio que yo misma tenía. Se repetía con frecuencia el ciclo de idear, dedicar un tiempo a prepararme para ello y que se quedara sin cuerda.
En el plano laboral, se me iba haciendo cada vez más cuesta arriba. A nivel interno, iba acumulando un conocimiento sin poderlo brindar en ningún lugar, encontrándome cada vez con mayores dosis de frustración. Una imaginación fantástica que nunca llegaba a tocar este plano de la realidad.
El Árbol de la Vida fue el símbolo a través del cual sentí que La Lettrería encontraba un guion, un entendimiento y el reconocimiento, donde desplegar la fuerza que la idea traía.
Si durante mucho sentí que lo que aprendía caía en saco roto, ahora noto cómo los años han ido remendando el tejido con el hilo del conocimiento adquirido en llevar a la acción La Lettrería.
Dirigido a los nuevos proyectos, a las ideas que ya existen y deciden darse desde otro lugar y para las que aún no están pero ya hacen muestra de que algo importante está latiendo.


Elena Martimanza
De los primeros recuerdos que tengo, sobre la escritura, es de un día que había algo que me desesperaba y deseaba chillar a los cuatro vientos. Pero no podía, aún quedaba un rato largo para ir al patio y me sentía aprisionada entre mis dos compis de fila.
Cuál fue mi sorpresa cuando encontré en la última página del cuaderno la posibilidad de expresarme, sin que nadie tuviera la más mínima sospecha de lo que escribía, hasta llegar a sentirme aliviada. Al terminar lo rompí como si ese capítulo de mi corta vida no hubiera tenido lugar, aunque dejó en mí una huella.
Fue en 2004, viviendo por primera vez lejos del hogar familiar, cuando empecé a tomar conciencia del efecto que tenía el poder de escribir lo que sentía. Al escribir ocurrían hechos inesperados, por ejemplo: sentir una profunda soledad, escribir sobre la angustia que me causaba y a las dos horas estar rodeada de personas de diferentes partes del mundo, sintiendo el corazón palpitante de vida.
Casi una década más tarde, en las antípodas, empecé a descubrir que en los momentos más incómodos de vivir, la escritura siempre me recibía con los brazos abiertos.
Establecí la escritura como parte esencial de mí día a día y empecé a darme cuenta de que a veces no escribía lo que yo quería, sino que había un texto con vida propia. Fui poniendo atención a la doble fuerza que imperaba en mí, tenía ganas de que ocurriera, pero cuando pasaba me empeñaba en llevar el control de las palabras.
Con las mismas ganas que respeto, fui entregándome a la pasión por contar·nos, mirar·nos y unir mundos con la vida que habita en nuestros corazones.
Al terminar ciencias empresariales, decidí que era el momento de estudiar lo que me llevaba tiempo buscando y había dejado de atemorizarme “trabajar con los problemas de los demás”, como escuché tantas veces del trabajo social. Conforme estudiaba, encontré lugares donde estar cerca de personas y descubrí que poner la atención en otra persona es todo un don y yo apuntaba maneras.
La exploración en la bioenergética me ha permitido unir la experiencia con la mirada de acompañar a las personas desde la horizontalidad, de dignificar al ser en los momentos más vulnerables y de entregarme a la transformación que cada vivencia lleva pareja.
M 3
ADEMÁS DE HACER que La Lettrería y la Lengua vayan de la mano, María (teniendo en cuenta sus iniciales, M³) pone su mirada, arte y trayectoria en el día a día de La Lettrería.
Es filóloga alemana, licenciada en Periodismo, traductora, docente en un IES sevillano, fundadora de MuAC, monologuista y pura fuente de ideas que se llevan a la tierra.
María es respeto, apertura, cariño, calidez, disciplina, tesón, apoyo y amor por lo nuevo.
Cuando se está preparada para que otra mirada conozca lo que hacemos y nuestra defensa nos permita recibir sus comentarios, recomiendo una revisora y compañera de aventuras como María.
A Esther Ballber, Ferrán Pascual y Vicen Montserrat, gracias a su pasión dan sentido a corazones inquietos. Fundadores del Centro Mayéutika, para ellos, la mayéutika es el arte de acompañar a alumbrar nuestra auténtica naturaleza.
A Ciencias Empresariales, Universidad de Sevilla, 2005; Trabajo Social, Universidad de Granada, 2009; A la Risoterapia de Salud Inteligente. A todas las personas con quien hice vida en los retiros organizados por FEAPS (Federación Andaluza de Personas con Discapacidad) y al Departamento de Cooperación de la UG, en especial por enseñarme la importancia de estar y mirarnos. Al SAD por mostrarme el valor de escuchar y hacer una gestión donde nadie se quede atrás. A Elizabeth Fodor y Monserrat Morán.
A Fabián Taranto diseñador y guardián de la belleza de La Lettería. A Luisa Cardenete ilustrando sueños en acuarela. A Stephan Vallott revelando el poder de lo oculto a través del retrato consciente. A Tiporium plasmando artesanalmente la esencia en cada tarjeta de visita. A Ludovico Einaudi. Enorme gratitud a toda la música que nos acompaña a diario.
La autora de la fotografía de la sección Testimonios es Marie Bellando Mitjans.
El más profundo agradecimiento a todos los corazones que entran en contacto con La Lettrería.


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